VENTA EL ALBERO

Comida casera tradicional.

Que en la provincia existen excelentes ventas no es ningún secreto. Que se mantengan en el tiempo ofreciendo una buena calidad son algunas menos las que hay. El Albero sin duda es una de ellas y habitualmente no decepciona por su calidad y excelente trato de su personal.

Juan Pedro Jiménez y su mujer Teresa Márquez fundaron la venta en 1982 y en compañía de su hija Teres han conseguido situarse como un referente en la cocina tradicional con sabor casero.

El pasado 19 de mayo, en un caluroso día primaveral que hacía presagiar un tórrido verano y con la ausencia Joaquín Junquera, acudimos a dar cuenta de un largo menú elaborado por Juan Pedro.

Tras la degustación de algunas cervezas y algún palo cortado de las botas de Juan Pedro comenzamos la degustación de una excelente comida basada en los tradicionales platos de la venta acompañados por un tinto Cortijo de Jara de 12 meses en barrica y algunos vinos generosos de la casa -oloroso y palo cortado-.

Comenzamos por unas tradicionales patatas aliñadas y el “empujao”. El “empujao” consiste en una mezcla templada de patatas, calabaza y ajo previamente pochados en aceite de oliva y aliñados con comino, vinagre y sal. Sencillo pero adictivo por su sabor agridulce fruto de la combinación de la dulce calabaza y el vinagre de jerez.

Una ensalada de pimientos asados con una dosis muy generosa de melva y unas rodajas de aguacate como concesión a la foto de “foodie” para Instagram cerró el capítulo de las ensaladas y platos fríos.

Los platos calientes hicieron su entrada triunfal con un magnífico revuelto de morcilla de “un pueblo de Burgos” y sangre con tomate.

A continuación, un poco de menudo, berza y garbanzos con cola de toro, al centro para degustar los típicos guisos que forman parte del adn de la venta.

La comida termino con un Cola de Toro con patatas fritas y unos alcauciles con chícharos. Ambos excelentes.

El postre a base de un surtido de Postres de elaboración casera de la venta a base de tocino de cielo, delicia de almendras y trata de queso puso el punto final a una excelente comida que finalizó tras algún café y bajativos varios.

Hasta la próxima